Freyja Valkyria en Los archivos de Valhalla

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Diecisiete años después de haberse marchado repentinamente de su casa, su familia y toda su vida, Kaiet regresa al pueblo pesquero donde se crió.

Bermeo en un pueblecito de la costa del País Vasco, un lugar hermoso que es hogar de pescadores y cuna de cientos de leyendas marítimas que pasan de padres a hijos.

Kaiet se marchó consumido por el dolor de la temprana pérdida de su madre y un enfermizo rencor hacia un padre que nunca estuvo en casa, un hombre de mar que pasaba más tiempo en su barco que con ellos. Ahora regresa viudo, con un hijo de siete años y un perro recién adoptado al que han llamado Pintxo.

Desesperado por no saber qué hacer por su hijo, como afrontar la perdida de Raquel, toma una decisión desesperada: regresar a Bermeo. Allí se encontrará con un pasado que ha querido ignorar durante demasiados años. Amigos que le han echado de menos, que le pedirán explicaciones, un pueblo en el que todo el mundo sabe lo que pasa y nada ocurre sin que sea la comidilla en las reuniones, y un padre al que juró que no quería volver a ver y con el que hoy se ve compartiendo de nuevo el techo.

Kaiet contará con la ayuda de Amara, su hermana, la única con la que sí ha tenido contacto. Esta intentará por todos los medios mediar entre su hermano y su padre, pero ninguno de los dos parece estar dispuesto a ceder. Aunque hay otra persona que no se ha tomado bien su vuelta, una amiga de la infancia a la que ya ni siquiera reconoce. Maddi lleva demasiados años preguntándose por qué se fue, enamorada de un muchacho que huyó y se olvidó de ella.

Los personajes:

Kaiet

Estaba muy unido a su madre, por eso cuando esta murió fue un golpe terrible para él. Siente mucho rencor hacia su padre, pero tras la repentina muerte de su mujer, no le queda otra opción que volver a Bermeo. Sabe que no podrá seguir huyendo. Lo que más quiere en el mundo es a su hijo Iker, de siete años, y no le hace mucha gracia ver el lazo que irremediablemente se forja entre abuelo y nieto.





Maddi



La hermana pequeña del que fue el mejor amigo de Kaiet. La encantaba jugar con ellos a pesar de que la mayoría de las veces no querían que les acompañara. Es una chica insistente, con carácter, pasión por el surf y que sabe muy bien lo que quiere. Pero cuando se entera del regreso de Kaiet al pueblo no se lo tomará especialmente bien. Tendrá que dar muchas explicaciones si quiere recuperar su confianza.

Desde que leí Donde siempre es otoño, vivo enamorada de la forma de escribir de Ángeles. Quienes conozcáis sus obras ya sabréis de lo que hablo. De esa manera tan suya de narrar, elegante, cercana y

sentimental. Sus historias calan hondo, profundas como las emociones que intenta transmitir.

Días de lluvia es una libro de personajes complejos y tan humanos como tú y yo, con historias reales, sentimientos del día a día, tratados con respeto pero sobretodo con mucha, mucha intensidad.

Me llamó muchísimo la atención ese enfrentamiento entre Kaiet y Gabino, su padre. Y cuantas más páginas pasaban, más curiosidad sentía. El motivo no es algo que se sepa desde la primera página, y van sucediéndose los capítulos sin saber por qué tanto odio, qué pasó entre ellos. Es un tema con el que el protagonista se vuelve totalmente hermético, y no consigues ver más allá de su rencor hasta que no llega el momento adecuado. El por qué se marchó es un misterio que se irá resolviendo a medida que Kaiet se  enfrenta a todo lo que dejó atrás.

"Ahora esra consciente de ello, y también de que hay acontecimientos que te fuerzan a hacer lo que creíste que nunca harías o que te llevan a lugares a los que juraste que jamás regresarías. Pero no era por él por quien estaba de nuevo allí, en Bermeo, a punto de enfrentarse al amargo pasado, sino por su hijo; ese pequeños ser por el que no existía nada que no estuviera dispuesto a afrontar."

Me fascinan los personajes y la ambientación que Ángeles le da a sus libros. No he estado en el País Vasco, de hecho del norte por desgracia conozco poquito por que solo he estado en Barcelona, no he tenido aún oportunidad de visitar más. Pero en serio, me han entrado unas GANAS de ir a Bermeo que no os lo podéis ni imaginar jajajaja Que paisajes, que lugares tan interesantes, que pueblo más bonito... y diréis "¡Si no has estado allí!". Ya, pero he vivido los escenarios tanto que los tengo en mi cabeza como fotografías. Sus descripciones son tan intensas, y tan cuidadas, que ahora parece que lo conociera, aunque nunca haya estado.

La narración es bastante fluida, los acontecimientos se van enlazando unos con otros hasta tejer esa red personajes, sentimientos y situaciones que te atrapa. A la autora le gusta disfrutar de los paisajes, de la sencillez de las pequeñas cosas, pero no se detiene en descripciones eternas, no se hace pesado.

"-[...] ¡Ha cambiado tanto todo esto!
-Solo un poco, para mejor-opinó mirándolo a él-. En realidad sólo ha cumplido años, como todos nosotros. Pero puedo entenderte; la distancoa y la vida misma, los caminos que elegimos, nos cambian la visión de las cosas.
-Buena reflexión-Se encogió dentro de la cazadora y se apoyó con más firmeza en el respaldo-. Desde el primer momento me he sentido como un intruso en este pueblo. Y tienes razón, porque creo que el que más ha cambiado de todos soy yo. Es como si aquí la vida hubiese seguido igual.
-Pero sin ti."

De los personajes debo resaltar a Gabino, el padre del protagonista. Cuando empecé a leer pensé que le cogería manía, no sé por qué di por hecho que sería un personaje que me caería mal jaja Y todo, todo lo contrario. Ha sido un hombre que me ha inspirado una ternura enorme, al que he respetado y cogido cariño como a un abuelo. No sé, a veces me cabreaba mucho con Kaiet por ser tan frío y cabezota.

Hay muchos secundarios que merece la pena nombrar, aunque no lo haré por que prefiero que los descubráis por vosotros mismos :) Pero sin duda me quedo con Kaiet y Maddi, el verdadero motor de la historia. Me gustó mucho leer bajo la perspectiva de él, empaticé desde el primer momento con el protagonista y entendí perfectamente como se sentía y por qué. Y por otro lado me encariñé mucho con Maddi, tiene una personalidad muy curiosa en ocasiones, pero siempre entrañable.

En general la historia puede parecer bastante sencilla, pero la magia reside en los personajes y en los sentimientos de cada uno de ellos. Sobre todo como Kaiet se va enfrentando a la muerte de su esposa, la cual tenía muy reciente al llegar a Bermeo. Y como se abren paso en él nuevos sentimientos que no sabe cómo aceptar, o si debe hacerlo. Una mezcla de pasado y presente, en la que está en juego su futuro y el de su hijo. ¿Renunciarías al amor por una persona que has perdido? ¿que no volverá?.

Ha merecido la pena la espera, y ha vuelto a ser un placer leer a Ángeles Ibirika. Tener un libro suyo entre las manos es una apuesta segura :)