Leer en el sitio
A pesar de que la novela
contemporánea no es mi subgénero favorito, Ángeles Ibirika es una de las
autoras imprescindibles en mi estantería.
Desde que leí "Entre
sueños", para mí una auténtica joya, no puedo resistirme a ninguna de sus
historias. Lógicamente, algunas me han gustado más que otras, como cualquier
lectora tengo preferencia por algunos argumentos o algunos personajes tópicos
que me atraen más. Pero sin dudar puedo afirmar que, independientemente de lo
que me cuente, me encanta cómo me lo cuenta Ángeles Ibirika. Ella es capaz de
hacerme sentir. Unas veces me provoca rabia, otras ternura; ahora río, ahora
padezco… Pero cuando me meto entre las páginas de sus libros, siempre sueño.
En mi opinión, "Días de
lluvia" no es tan solo una novela romántica. He de admitir que para
disfrutar plenamente de la historia primero tuve que dejar de lado muchas de
las bases que, a nivel particular, me gusta encontrar en las historias
románticas que leo. Sobre todo con Kaiet, que no es el ideal masculino que
desde el principio se gana mi corazón, y con el que me ha costado congeniar.
Ese hombre, protagonista
indiscutible de la historia, es el eje central alrededor del cual giran otros
muchos personajes. Entre todos componen un relato algo más complejo de lo que
me esperaba y, a través de ellos, la autora nos habla de muchas clases de
sentimientos. El amor: de un padre, de un hijo, de un amigo; el dolor, el
rencor, el perdón…
En un momento en el que siente
que su vida se ha roto, tras la muerte de su esposa en un accidente de tráfico,
Kaiet decide volver al pueblo que le vio nacer, y que también le vio marchar
diecisiete años atrás.
Tenía centrada su vida en el
trabajo pero parece que al desaparecer Raquel, su mujer, se siente totalmente
perdido. Queda sumido entre el dolor de la pérdida y la impotencia. El amor que
siente por su hijo Iker, de siete años, o quizás la incapacidad de superar esta
situación solo, hace que sacrifique el orgullo y el rencor que le ha mantenido
alejado de Bermeo.
Y junto a Kaiet e Iker, Ángeles
Ibirika nos trasportará a esa pequeña villa de la costa vasca. La ambientación
del libro me ha resultado impecable: las sencillas costumbres de un pueblo
pesquero, la descripción del duro trabajo, la sosegada vida de sus habitantes,
y esas deliciosas leyendas pesqueras que Gabino le cuenta a Iker. O esa
camaradería que se esconde tras la verdadera amistad, que no entiende de tiempo
ni de abandono, ni de rencores.
Son muchos los personajes
secundarios que enriquecen la historia. Y todos ellos importantes y
entrañables: Gabino, el aitite, Amara, la hermana y tía, Pintxo, el leal Golden
retriever o, incluso, Julen.
Algunos de ellos han sido clave
en el pasado de Kaiet y, poco a poco, la autora nos irá desvelando algunas de
las puertas que, al marcharse del pueblo tan repentinamente, dejó abiertas y
ahora deberá cerrar.
En ese sentido no puedo negar la
necesidad de saber, de saber más, de saber cómo y por qué. Eso ha hecho que, a
partir del primer tercio del libro, no pudiera esperar a pasar página tras
página en busca de esas razones que la escritora no terminaba de desvelar… Una
delicia de puro sufrimiento.
El personaje que más me ha
gustado ha sido Maddi, quien en algunos momentos roba el protagonismo a Kaiet.
Maddi será la sanadora, la conciencia y el perdón. Imposible no admirar a esa
mujer. Ese amor callado que, ante su propia sorpresa, le está durando toda la
vida.
Maddi es el amor desinteresado,
la mujer que es capaz de abrazar el dolor si con eso hace un bien al ser amado.
Es la paciencia. De sus labios brotan frases que me han roto el corazón y me
han despertado pura admiración. Palabras sencillas y directas que la autora pone
en su boca, y que muestran grandes verdades.
Una mujer dulce y tierna pero, a
la vez, orgullosa, independiente, decidida y terca.
Puede haber amor después del
amor y en "Días de lluvia" veremos cómo vuelve a brotar lentamente de
nuevo tras el sufrimiento. Asistimos, poco a poco, a la superación de los
miedos de Kaiet a medida que el personaje va evolucionando. Sus conflictos, sus
grandes errores, esas equivocaciones que hacen daño a los que quiere y sus
propios desvelos. Una fuerte lucha de superación, de supervivencia en la que él
mismo será su gran enemigo.
"Días de lluvia" es
una historia pausada y muy cotidiana, una novela que me ha conmovido a pesar de
que al empezarla pensé que no iba a ser capaz de conectar con el protagonista.
Nos muestra a unos personajes terriblemente humanos y una historia explicada
con puro sentimiento.
No soy nada objetiva con esta
autora. Me encanta.
El título y la portada,
preciosos.
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